Días de mierda

El domingo (¿o el sábado?) Jota y yo fuimos a cenar al Vitamina. Ahora mismo no recuerdo por qué fuimos allí y no a otro sitio. ¡Ah! Ya recuerdo, fuimos a Ikea porque teníamos pensado irnos a un piso donde nos alquilaban por menos de un año. Pero el casero no coopera en absoluto y no nos da la gana de pagar 700 euros y amueblar un piso que no tiene ni las barras de las cortinas. Total, que sigo viviendo en casita con los papis y no sabemos nada de León. Nadie nos quiere alquilar su casa por menos de un año (prefieren seguir con el anuncio puesto durante meses) y en cualquier momento llamarán los de León para decirle a Jota que se vaya pronto a paletear.

Ayer fuimos a Xanadú y tardamos dos horas en llegar, a la vuelta el GPS nos perdió. Una tarde perdida en atascos.

Total, que mi vida social no existe, estudio cinco horas diarias desde octubre teniendo exámenes en febrero (en enero subo las horas porque no me da tiempo),no encuentro piso, ni trabajo a tiempo parcial, me han salido más canas, atascos, duermo cuatro horas diarias, la práctica de Alzheimer me ha salido de pena y ,se me olvidaba esta anécdota: me quedé sin entradas para ver Annie Hall en la filmoteca, pusieron el cartel de aforo completo diez segundos después de ponerme a la cola.

Pero no todo es malo: sigo sonriendo en las fotos (como podéis ver), mi perro se acurruca conmigo porque se siente seguro, mi mamá me mima (xD) y Jota siempre está a mi lado.

Hmmm...

P.S. New Order me acompaña en la desesperación de mis días.