"Muchos años de lucha, lágrimas y batallas perdidas. Creí que merecía la pena, pensé que lo éramos todo. Te regalé mi vida, que es lo que único que realmente podia demostrar que poseía, y la machacaste. Ahora, hecha añicos, busco los trozos perdidos, en algún lugar que un día me vio sonreír y hoy sólo queda un ser agonizando. Porque eso es lo que soy, algo agonizante , porque me estoy muriendo en vida. Y sabes que fuiste el que me dio el puñal, el que lo posó en mi mano, y hoy su afilada punta ha llegado hasta mi corazón.
Hoy sólo queda mi alma, el resto siempre será tuyo".
Helga Ramos
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